Cuando ya no sabes si vas o vuelves se presenta una doble inquietud. La primera no es tan terrible, hace referencia al vínculo con un lugar concreto, la pertenencia a un sitio fijo que te da cierta seguridad e identidad. La segunda, más terrible, deriva de la primera, y se comprueba si al volver adviertes que ese vínculo se ha ido (o ha vuelto), entonces descubres que tú, en vez de volver, has ido.Víctor Rocamora, Facebook (6/9/2011)
1 comentario:
¡Eso mismo me ha dicho mi portera esta mañana!
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